sábado, junio 13, 2009

Extrañas fusiones


Almorzaron en un mexicano llamado La Basura es Dios.
Chevette no lo recordaba, pero estos sitios cambiaban de nombre en el puente. También cambiaban de tamaño y de forma. Te encontrabas con extrañas fusiones, una peluquería y una ostrería que decidían convertirse en un establecimiento más grande en el que cortaban el pelo y vendían ostras. Algunas veces funcionaba: uno de los lugares que más tiempo llevaban abiertos en el extremo que daba a San Francisco era un anticuado salón de tatuajes manuales en el que te servían el desayuno. Podías sentarte allí frente a tu plato de huevos y beicon y ver cómo alguien era agujereado con una especie de foco de mano.
Pero La Basura es Dios era sólo comida mexicana y música japonesa, una propuesta bastante normal.

William Gibson - Todas las fiestas de mañana


Cositas que me gustan:

"My love wears forbidden colours

My life believes in you once again"


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