A principios de verano me agencié una cámara Nikon D60 con los ahorros de mi anterior trabajo, para así convertirme poco a poco en el periodista multimedia del que hablaban algunos profesores de la facultad. Debido al calor que hace antes de anochecer en mi adorada ciudad salgo poco a hacer fotos, casi nada. Y ahora tengo otro trabajo que hace que tenga las noches muy ocupadas.
Estoy deseando que refresque un poco para poder hartarme de hacer fotos. Mi mejor amiga y una de las méjores fotógrafas que conozco, me regaña diciéndome que tengo la cámara muerta de risa en casa, con el trabajo que me costó conseguir el dinero para comprarla. La verdad es que sí que me da un poco de vergüenza eso. Eso y que mi cuñado esté haciendo mejores fotos que yo y además que retrate cosas en mi hogar en un sábado que yo nunca he llegado a ver en los 14 años que llevo viviendo allí. Y que además saque detalles de las cosas que yo veo a diario, retratándolas de un modo único que hace que parezcan pequeños tesoros que nunca he visto.
Es el caso de la una luciérnaga que logro capturar en la imagen que se ve sobre estas líneas con ese color verde neón. Nunca he visto ninguna aquí en verano, ni nadie de mi familia, pues llega él y la ve, con su cola como un pequeño Starlite de los que se usan para distinguir la boya cuando pescas de noche. Consiguió hacer esta foto con una exposición larga aunque no mucho, pues como me dijo, este bicho se movía muy rápido. Un momento después se posó en una pared y decidió hacerle la foto con flash para que se viera bien, craso error. La luciérnaga cayó desplomada (ya sabéis el punto débil de estos insectos). En la siguiente foto se puede ver el momento y lo que se parecen a las gambas, hagan clic para ampliar la imagen.
También captó imágenes de cosas que veo todos los días pero no presto atención a su belleza, porque estoy en la parra. Nunca mejor utilizada esa expresión, porque una de las cosas que no veo es la naturaleza que se muestra allí donde vivo, en la forma de plantas como la parra que se enreda por el tejado en la salida trasera de mi casa. La retrata en un detalle que me pareció maravilloso, y también en una vista general, de una manera que no parece la misma parra que veo todos los días cuando salgo de casa.
La última de estas cosas que no suelo ver son los actos cotidianos y tan divertidos de los tres perros que conviven en casa, como en la foto de abajo donde está Lía, un perra con poca raza y mucho nervio, siempre huyendo de la otra hembra de la casa, Sombra, una pastor alemán que muestra muchos celos cuando acarician a la pequeña y siempre está enseñándole los dientes y haciendo que corra por toda la parcela, dándole muy pocos momentos de descanso como éste en el que se la pilló in-fraganti, ausentándose de sus labores de guarda.
Cositas que me gustan:
"Well i can't do nothing 'bout that, no
But if you hurt what's mine
I'll sure as hell retaliate"
Torno subito
Hace 5 años
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