- Hola, Pinocho. Hacía tiempo que no te veía. ¿Te gusta la fiesta? -No. No me lo estoy pasando nada bien. Nunca me lo paso bien en esta celebración. -¿Por qué vienes cada año, entonces? - Porque, tarde o temprano, esa hada azul que me convirtió en un niño de verdad va a asomar las narices en una de estas fiestas, y entonces le dejaré su culo violeta más rojo que un tomate. -¿Por qué? Creía que tú querías ser un niño de verdad. -Claro que sí. Pero ¿Cómo iba a saber que sería niño para siempre? Esa zorra lo interpretó demasiado literalmente. Tengo más de tres siglos y todavía no he pasado por la pubertad. Quiero crecer, que me bajen las pelotas y quiero poder follar.
jaja la historia es tremenda, me ha encantao
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