Un recuerdo. Sentada junto al lago de Missolonghi cuando tenía cinco años. Mi madre leía Dante a mi padre. - "Ch'io non averei creduto che morte tanta n'avesse disfatta." "No habría creído que a tantos hubiese deshecho la muerte." Pero este lugar es como un hombre que se peina intentando taparse la calva. No. Como la sala de un hospital, un domingo por la mañana, cuando ya ha pasado la hora punta y no queda nada que hacer más que esperar.
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