viernes, febrero 12, 2010

La cucharita


El caso es que ella está dormida, dándome la espalda, de costado. Las habituales estratagemas y cambios de postura no han logrado inducir la narcosis en mí, así que he decidido instalarme contra el suave zigzag de su cuerpo. Cuando me muevo y empiezo a acomodar mi espinilla contra una pantorrilla cuyos músculos están aflojados por el sueño, ella intuye lo que estoy haciendo y, sin despertarse, levanta la mano izquierda y se aparta el pelo de los hombros y lo amontona sobre su cabeza, dejándome su nuca desnuda para que me acurruque en ella. Cada vez que hace esto siento un estremecimiento de amor por la precisión de esta cortesía durmiente. Me escuecen los ojos a causa de las lágrimas y tengo que contenerme para no despertarla y recordarle mi amor. En ese momento, inconscientemente ha tocado un fulcro secreto de mis sentimientos hacia ella. No lo sabe, naturalmente, nunca le he contado este mínimo y preciso placer de la noche. Aunque se lo estoy contando ahora, supongo...



Cositas que me gustan:

"Where are your friends
They're all moving on
Why do you get paid
When everyone writes you song?"

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