Le aconsejaron arrojarlo al fuego de Orodruin en las cercanías, donde había sido forjado, para que pereciera y el poder de Sauron quedara disminuido por siempre, y no fuera sino una sombra de malicia en el desierto. Pero Isildur rechazó este consejo diciendo: Esto lo conservaré como indemnización por a muerte de mi padre y por la de mi hermano. ¿No fui yo el que asestó al Enemigo el golpe de muerte? Y contemplando el Anillo que tenía en la mano le pareció sumamente hermoso, y no toleró que se lo destruyera.
Torno subito
Hace 5 años
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